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Captura feta el 24-08-04, Villaviciosa Asturias
FinePix S304, automàtic i a pols.
Escultura dedicada a les pomes ,que tenen un paper important en l'economia de Villaviciosa i d'Astúries.
José María Osoro Fernández
La simbiosis entre Maliayo y la fruta prohibida se pierde en la noche de los tiempos, al igual que lo hacen las raíces históricas del concejo. El propio topónimo, Villaviciosa, alude a un territorio con abundante vegetación y frutales, suponemos que pomares predominantemente. Detalle que documenta aun más la cada vez más estrecha vinculación entre pobladores de este concejo costero y el fruto divino.
Sin duda alguna, si en Asturias se localizase la isla de las manzanas de la mitología celta, Avalón, ese lugar estaría bañado por las aguas de la ría de Villaviciosa.
No obstante y, por si alguno albergara alguna duda, el Registro de la Propiedad Industrial, con inscripción fechada el 5 de septiembre de 1960, da carta de naturaleza a la realidad históricamente contrastada y acoge en uno de sus asientos la expresión «Villaviciosa, Capital Manzanera de España», elevando así la conocida condición de capital manzanera del Principado de Asturias a una dimensión nacional. El mencionado título bien podría matizarse como: «Villaviciosa, Capital de la Manzana de Sidra de España», ya que el principal destino de las manzanas del concejo es su transformación en sidra y, con toda certeza, es líder nacional en el cultivo de variedades de manzana sidrera.
Destacan por sus características y grado de implantación en las pomaradas de toda Asturias algunas variedades sidreras locales: «Regona», «Coloradona», «Panquerina», «Prieta», «Cristalina», «Fuentes», así como otras muchas que son el origen de la excelente sidra. |