Aprovechando el día de fiesta y después del madrugón perceptivo he visitado el "Delta del Ebro" , empezando muy temprano por la "platja de la Marquesa".Como era el primero en acercarme todos los mosquitos del Delta me esperaban y se han pasado los sistemas de ultrasonidos, los repelentes antimosquitos y hasta la camisa.
Antes de decidirme a escapar de su voraz persecución y castigo,he tenido la oportunidad fugaz de fotografíar esta especie desconocida hasta hoy.
Lo dificil del lance ha perjudicado una imagen que habría mejorado en unas condiciones menos tensas.
De todas maneras como siempre pasa, "casi" ha merecido la pena, formar parte involuntaria de la dieta alimenticia de los atacantes.